Casa de Dunna

Dejé caer la última maleta con un suspiro, ya había llegado, ese era mi nuevo hogar. Miré a mi alrededor con una pizca de excepticismo y me paseé por el amplio loft, era un ático muy amueblado que constaba de un salon-comedor, una cocina, un baño, una habitación principal y una de invitados. Me encontraba en el salón contemplando el paisaje por la amplia cristalera. Se veia el mar, ese era el unico defecto de aquel piso y de aquella ciudad, el mar, el oscuro y aterrador mar, solo de pensar en él mi cuerpo se ponía en guardia. Pero era un mal que tenía que soportar si queria continuar mis estudios de magia. Cogí una bolsa de deporte celeste y la apoyé en mi cama, en la habitación principal, era una cama de matrimonio, sí, pero muuuuy cómoda. Abrí el amplio armario y colgué la ropa, cuando acabé, me tumbé en la cama agotada, había sido un viaje muy largo... Me incorporé y en la cocina me preparé un sandwich de nocilla.Ya en el salón me lamí los labios eliminando los restos de chocolate y encendí la televisión. Basura, sólo basura. Eché la cabeza hacia atrás y mis ganas de salir a conocer mi ciudad se desvanecieron. Fui callendo lenta, muy lentamente en un sueño profundo y reparador.